Advierten por suba del servicio informal de cuidado y entretenimiento de los niños

Desde la Asociación de Directoras de Maternales Privados (ADIMP), Judith Salom, dio cuenta del crecimiento de la actividad informal interiormente del sector de cuidado y excitación temprana de los niños, y advirtió sobre los riesgos para los más pequeños al encargar en esos servicios que no tienen ningún tipo de control del Estado.

En diálogo con FM Santa María de Las Misiones, la directora del carmen cariñoso Campanita, indicó que “hay muchos casos de cuidados de niños en casas particulares; incluso hay casas que reúnen muchos niños al cuidado de una sola persona. Hay instituciones que trabajan desde la clandestinidad, y la respuesta del Estado es que no pueden desempeñarse si no hay una denuncia, pese a que todos sabemos dónde están y cómo trabajan”.

Señaló por otra parte que esto genera una situación de “absoluta desigualdad entre los jardines maternales habilitados que hacemos los aportes de impuestos, servicios, sueldos y mantenimiento de infraestructura, respecto de los clandestinos”. Todavía en este contexto, comentó que en los últimos abriles “aparecieron y crecieron las ofertas de talleres para niños que siquiera están registrados, que no sabemos quiénes los dictan, y reciben a muchos chicos. Estos talleres están fuera del control del Estado y se dan en casas particulares. Muchos de ellos publicitan en las redes sus servicios, por lo que el que quiere encontrar, encuentra”.

Responsabilidad compartida

En cuanto a la seguridad en el cuidado de los niños en estos talleres y jardines maternales que están por fuera del control estatal, Salom indicó: “Tenemos que cuchichear de una responsabilidad compartida, porque además los padres son responsables a la hora de nominar la institución para sus niños. No se tráfico solo de despabilarse precio. A veces los padres nos llaman y lo único que nos preguntan es cuánto sale, y no qué servicios ofrecemos, cuál es nuestro tesina, cómo nos organizamos. Solo importa lo crematístico,pero cuando suceden cosas, que gracias a Altísimo nunca tuvimos en Posadas cero concreto y fehacientemente comprobado, todo el mundo se desgarra la vestidura”.

En este entramado de ofertas de servicios dirigidos al cuidado y entretenimiento de los más pequeños, destacó que “el Estado controla, pero solo a las instituciones debidamente registradas. Es como salir a controlar interiormente del zoológico pero lo que pasa fuera nadie ve”.

Una ley necesaria que se hace esperar

En octubre del 2020, ingresó a la Cámara de Diputados provincial un tesina de ley de Silvia Rojas para registrar a los jardines maternales como instituciones que prestan un servicio esencial. “Desde entonces, no tuvimos noticiario respecto a la Ley de Jardines Maternales. El año pasado trabajamos muchísimo para visualizar este indigencia. Juntamos más de 1.700 firmas. Contamos con el apoyo de todos los padres y los que recurren y utilizan el servicio, pero no tuvimos respuestas”, contó Salom.

En la contemporaneidad, los jardines maternales son considerados como “comercios” y, por lo tanto, sus trabajadores deben cobrar según la paritaria del sector. “Tenemos que cubrir una excursión con una gran carga horaria, que va de 13 a 16 horas. Hay demanda, pero los maternales son instituciones muy pequeñas con capacidad par tener muy pocos niños. Como trabajamos con niños que no son independientes necesitamos mucho personal adulto. Esa es una situación que dificulta el equilibro de las finanzas de los jardines maternales. Cada sala tiene una capacidad escasa. Una sala de bebés tiene una capacidad máxima de diez, y se requieren dos personas adultas e incluso, en algunas ocasiones, personal auxiliar”, explicó Salom.

 

“Es muy difícil descabalgar la cortina”

La presidente de la Asociación de Directoras de Maternales Privados (ADIMP) y directora del carmen Campanita, Judith Salom, contó que la mayoría de los jardines están retomando las actividades en febrero.

Según precisó, en la contemporaneidad están trabajando con pocos niños. “Los papás están en modo descanso y recién a mediados de marzo completamos la capacidad del carmen”.

Pese a la crítica situación financiera de los jardines maternales, Salom admitió: “Muchos tenemos muchos abriles funcionando, y personal con decadencia. Es muy difícil sostener ‘y bueno, bajo la cortina’. La verdad es que estamos remando en dulce de látex todo el tiempo, porque es muy difícil sostenernos. En el mejor de los casos empatamos”.

Pasaje fugaz

Contó que durante el año hay temporadas más críticas, como en invierno. Muchos niños se enferman y suele darse una disminución en la cantidad de niños interiormente del carmen, y los padres dejan de abonar las cuotas. “Los padres vienen con una gran indigencia, pero tienen un pasaje fugaz por el carmen cariñoso, porque a los tres abriles sus cabezas ya están en el nivel primario de sus hijos y no se comprometen con la causa”, analizó.
Salom recordó por otra parte que durante la pandemia recibieron subsidios del Gobierno provincial que permitieron sostener los maternales, “por esa razón, en Misiones no se cerraron jardines, como sí ocurrió en otras provincias del país”.

No obstante, indicó: “Cuando retomamos y volvimos a acoger a los niños, volvió todo a la normalidad y la actividad volvió a resultar relegada”.
Recientemente, según admitió, “el carmen Campanita cerró tres salas a la tarde porque es muy costoso sostener al personal”.