Alizzz, crítica de su Ep BOICOT en Mondo Sonoro (2023)

Cuatrocientos cuarenta y un días posteriormente de su sorprendente disco de inauguración, Alizzz regresa con “BOICOT”, un EP de cinco temas –de los que ya nos había descubierto dos– en los que se atreve a brincar y constatar con su propia música. Y eso, en su caso, solamente puede ser equivalente de buenas canciones.

Alizzz dejó el franja suficiente stop con las diez canciones de su primer disco, pero ahora ha conseguido no acomodarse y, en zona de quedarse en ese brillante pop guitarrero, se ha hendido a constatar sin entregarse nunca su cara pop, pero presentando un sonido más bruto y al mismo tiempo más nítido. Menos Alizzz y más Cristian, boicoteando todo lo que había creado hasta ahora.

Abre el trabajo con la inédita “Pierdo el sentido”, una alcoba en la que ya nos descoloca sumando electrónica, con una saco rítmica más dura, pero con la misma dialecto afilada de siempre. De ahí pasamos a “Superficial”, uno de los temas más pegadizos del conjunto en el que narra como son las cloacas de la industria musical, el infructifero que te deja ascender a ser una hado y esa relación de acto sexual/odio que se genera con la música. Pero, aunque se queje de la industria, además tiene un momento para celebrar todo lo bueno que le ha aportado la música en “Los mejores”, una carta a su yo futuro en el que le recuerda todo lo que ha conseguido. Y aunque engañe con la estrofa pop, el estribillo nos protector una sorpresa urban al más puro estilo de su trabajo con C. Tangana. Pero lo mejor de la pista lo encontramos al final cuando, sobre unas líneas de guitarra de Ferran, nos vienen a la vanguardia imágenes mentales de sus recientes triunfos, de sus sold outs, de los millones de reproducciones, de los Grammy con pucho. De sus victorias en la música.

“BOICOT” termina con los dos singles. Por un flanco, la rockera “Que pasa nen”, de la que tanto se ha hablado y que nos lleva a la raíz de Cristian, a su Baix Llobregat, a la playa de Castefa. Una radiografía  del clasismo adaptada especialmente a la industria catalana. Sin duda, el hit del epé. Por el otro, esa “Todo está aceptablemente” que es la canción perfecta para cerrar el trabajo. Siete minutos de pop melancólico en el que reivindica el bienestar de uno mismo por encima de todo lo demás.

Por consiguiente, “BOICOT” es a demostración de que Alizzz sigue –y va a seguir– creciendo y desarrollándose como cómico. Y nosotros estaremos ahí para ser testigos.