Aconsejaría comenzar la leída de esta colección de artículos por el zaguero de ellos (‘Dichtungsdämmerung, o el ocaso de la poesía’). La secreto, contenida en la paráfrasis wagneriana del título, se despliega unas cuantas páginas más allá —«En nuestros trabajos hemos defendido que la mejor poesía española contemporánea, cuando no mira al pasado, lo que ha hecho es aproximarse a la música, confundirse con ella lo más posible usando las palabras como notas»—, antaño de obtener a una conclusión melancólica: es como si ya no existiera «el inmenso manda de la música clásica» y, en consecuencia, el de la mejor poesía, que surgió de la enfoque a aquella, porque «los jóvenes en exclusivo han decidido que eso no es lo suyo y prescinden de ello como si hacerle caso atentase contra su condición jovial».
No estamos delante una jeremiada apocalíptica. Antonio Carreira, el primero de los contados discípulos reconocidos por aquel indómito individualista que fueJulio Caro Baroja, se acerca suficiente a lo que se entiende en nuestro tiempo por un polímata. Es uno de los más grandes especialistas vivos en la humanidades española del Siglo de Oro (en Góngora y en la novelística picaresca, sobre todo), en la poesía de las vanguardias y de la gestación del 27 y en la humanidades del confinamiento republicano, pero asimismo en la música europea de los siglos XIX y XX.
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Autor
Antonio Carreira -
Editorial
Renacimiento -
Año
2022 -
Páginas
286 -
Precio
29,95 euros
Premeditadamente de la poesía de tradición verbal, Caro-Baroja observó que es difícil imaginar algún poema que no haya sido compuesto para el canto. Carreira no se queda ahí: sobre la propensión de la poesía moderna (española) a la música, se explaya en tres estudios recogidos en el texto que comentamos. En el primero, ‘Los cantares infantiles en la poesía de Antonio Machado’, alude a la búsqueda incesante, por el poeta, de lo «eglógico esencial», es proponer, aquel conclusión fronterizo donde la poesía manejo de confundirse con la música. Unos conocidos versos —«En los labios niños,/ las canciones llevan/ oscura la historia/ y clara la pena» (‘Soledades, VIII’)—, escritos por un Machado de dieciocho primaveras, apuntan ya al horizonte de «la canción del montón humano, antirromántica y colectiva», apelación a la elegía de niño que Carreira ve emparentada con la que alienta en el ‘Armer Kinder Bettlerlied’ de Mahler y en la ‘Schulwerk’ (subtitulada, en latín, ‘Música poética’) de Carl Orff.
Carreira es uno de los grandes especialistas vivos en la humanidades española del Siglo de Oro y del 27
En ‘Procedimientos musicales en García Lorca’ se profundiza en la voluntad de fusión de verso y música. Pianista, y avezado a los arreglos musicales de canciones tradicionales, Lorca no compone música; escribe poemas. Pero, observa Carreira, al agenciárselas que estos no sólo resulten eufónicos, sino que se ajusten a un ritmo no acentual, a la vez sintáctico y métrico, consigue que las palabras funcionen como notas. Este tipo de procedimientos se extrema en Aleixandre.
Versículo bíblico
El acercamiento de Carreira a la musicalidad de su obra parte del Mallarmé de ‘La Musique et les Lettres’, para quien en la misma prosa los metros se diseminan: «hay verso siempre que se acentúa la dicción, ritmo desde que hay estilo». Siquiera el Aleixandre hermético, según Carreira, «persigue la regularidad hexamétrica, sino la irregularidad proteica del versículo bíblico, donde el único ritmo perceptible radica en la sintaxis». A la diseminación de los metros, correspondería, pues, una isomórfica diseminación de los signos. ‘Verba sive notae’.