así es la película más nominada de los Oscar 2023

La palabra en cuestión se refiere a la existencia de universos paralelos que tienen características diferentes (la humanidad vive bajo el mar, o el mundo es de dibujos animados), o de otros que son en apariencia idénticos al nuestro, pero donde las vidas de sus habitantes siguieron otro camino tras tomar decisiones vitales diferentes. Piense que hubiese sido de su vida si estudiaba otra carrera que le interesaba en zona de la que eligió, si invitaba a salir a esa persona a la que nunca se animó a invitar, si decidía ahuecar el ala, si ese día que salió su número a la magnate jugaba a la Quiniela, y estará creando su propio multiverso.

Toda esta explicación viene al caso porque la película más nominada de los Oscar 2023 con 11 candidaturas es Todo en todas partes al mismo tiempo (Everything everywhere all at merienda), que manejo sobre el multiverso.

Es una de las películas más imaginativas y geniales del 2022. Quizás no sea apta para todos los paladares, pero ofrece diversión, momentos emotivos, planteos existencialistas, bono, drama accesible, ciencia ficción y cinefilia. Todo por la misma plata.

Todo en todas partes… es el segundo largometraje de los cineastas estadounidenses Daniel Kwan y Daniel Scheinert, que firman sus obras como Daniels (si lo castellanizamos, serían “los Danieles”), que proceden del mundo del videoclip y que tienen como historial un corto interactivo que tenía miles de millones de desarrollos posibles, y la hilarante y sorpresivamente tierna Un cenizas para sobrevivir, en la que Paul Dano interpretaba a un náufrago que se topaba con un muerto encarnado por el exHarry Potter Daniel Radcliffe. El cuerpo en cuestión poseía cierto división de conciencia y movilidad, lo que le permitía al náufrago usarlo para favorecer su supervivencia, al tiempo que entablaba con él una curiosa amistad.

Poco de esa mezcla de invariable delirio con ternura y una historia centrada en los vínculos personales está en este nuevo filme, que tiene como protagonista a la actriz china Michelle Yeoh, ícono del cine de bono de Hong Kong y protagonista de películas como El tigre y el dragón. Yeoh encarna a las mil y una variantes de Evelyn, una inmigrante china en Estados Unidos que lleva una vida de soso para debajo: su marido quiere el divorcio, su hija la odia, es una desilusión para su padre, y encima el equivalente estadounidense de la DGI está en pleno proceso de auditoría a su fregadero, que está al borde de la quebranto.

La película puede hallarse en cines

Pero las cosas toman un libramiento quimérico cuando, en plena reunión con la auditora, su marido cambia radicalmente de comportamiento y le da un mensaje que incluye una tarea: el multiverso está en peligro por delito de una poderosa entidad, y la única que puede detenerla es Evelyn, que en otro de los universos desarrolló una tecnología que permite “saltar” entre realidades y establecerse la conciencia de las versiones alternativas de uno mismo. Eso permite instruirse las habilidades de esas variantes, desde kung fu hasta canto tradicional chino.

Y así empieza un delicioso delirio sin fuste pero al mismo tiempo capaz de demorar a momentos de intimidad profunda, y de intercalar las carcajadas con las lágrimas o de empujar en torno a el nihilismo hasta permitir restablecerse la fe en la humanidad. Ordenadamente caótica, cambiante y recargada, el único pecado que se le puede atribuir a Todo en todas partes…es una duración excesiva (dos horas vigésimo) que se hace notoria, aunque es inasequible que aburra.

Los mundos paralelos van desde lo mundano hasta lo sin fuste

Tan alucinógena y atrevida como tierna, es una película que es digna hija de estos tiempos, donde internet y las redes sociales ofrecen un definitivo multiverso portátil, con estímulos de todo tipo, color y procedencia a un scroll de distancia. Y todavía lo es porque estamos en la era del remix: todo está inventado, y lo único que hacemos ahora es tomar lo que ya se hizo, filtrarlo, mezclarlo y sacar poco nuevo.

Se podrá asegurar “el cine está muerto”, pero los defensores de la película diremos que la peculiar combinación de wuxia (el cine de artes marciales chino que hizo popular a Yeoh), el drama indie y la ciencia ficción de esta película, que encima es capaz de combinar en un mismo envase referencias a un clásico de Pixar, a Matrix, al cine de Wong Kar-Wai, al de Jackie Chan, y a 2001: odisea del espacio, son un soplo de frescura y cariño por el séptimo arte que se ve cada vez menos seguido en la pantalla magnate.

Llena de estímulos, con una novelística sólida que alpargata desde eléctricas secuencias de pelea hasta conversaciones cargadas de ternura y dolor, apoyada en actuaciones dignas de aplauso (en particular la de Yeoh), Todo en todas partes al mismo tiempo hace un retrato mucho más interesante y atractivo – tanto en lo visual como en la historia – que sus pares cinematográficos de Marvel, aunque en definitiva los mundos paralelos son solo una excusa para una historia sobre encontrarle sentido a la vida y el conflicto generacional entre una hermana y una hija. Y ahí está el corazón de una película tan demente como entrañable.

*Esta nota se publicó originalmente el 27 de junio de 2022