La actriz Laura Demandante en una ambiente de Cerdita.
Laura Demandante acaba de alzarse con el Goya a Mejor Actriz Revelación por interpretar a Sara, la protagonista de la película Cerdita. Su personaje, el de una adolescente que sufre bullying a causa de su sobrepeso, a puesto sobre la mesa una verdad a la que se enfrentan mujeres de todas las edades a lo abundante de su vida.
Su discurso al acoger el Goya no podía ser más persuasivo: “Se lo dedico a todos los chicos y chicas que sufren como mi Sara. Recordad que vosotros no tenéis la pecado, que no hay ausencia malo en vosotros y en vosotras”. Aplaudimos sus palabras y su maravilloso trabajo, y ya estamos deseando verla en nuevos personajes. Mientras, hemos tenido la suerte de charlar con ella para que nos cuente cómo es su vida fuera de la pantalla y cómo se convirtió en actriz.
Laura Demandante acaba de ingresar el Goya a Mejor Actriz Revelación. Foto: Javier Mantrana
Sus comienzos en la interpretación
Laura nos cuenta cómo desde pequeña, en su Guadalajara oriundo, siempre se apuntaba a las extraescolares de teatro, tanto en el colegio como en el instituto. No sabe si pensaba que esa iba a ser su profesión, pero sí afirma que “me gustaba muchísimo y estaba siempre en todos esos fregados”. En su casa nadie se ha dedicado a la interpretación, por lo que no sabe de dónde le viene el deseo de llevar a cabo. Eso sí, sus padres siempre la recuerdan jugando a hacer teatro, bailando o presentando programas. “Esos eran mis juegos. Claro que me gustaba pintar, pero lo que de verdad me gustaba era hacer teatro”.
La intrepidez de ser actriz
Faltaba solo una semana para que Laura Demandante se examinara de selectividad y tuviera que osar cuál quería que fuese su futuro. Fue entonces cuando se planteó en serio estudiar interpretación, así que cuando descansaba de estudiar llamaba a las escuelas de interpretación de Madrid para informarse, concertar entrevistas… Y así fue como llegó a Arte 4 Estudio de Actores, donde estudió la carrera y fue “muy, muy atinado”.
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Laura en la obra “Sueño”. FOTO: Laura Ortega
Por otra parte, comenzó a estudiar Historia del Arte, porque sus padres la animaban a tener otra carrera porque la profesión de actriz es muy complicada. Pero finalmente no pudo compaginar todo cuando todavía empezó a trabajar y, aunque le encantaría retomarla en algún momento de la vida, a día de hoy todas sus energías están puestas en el teatro y en el cine.
Cómo llegó a Cerdita
En el año 2019 “Cerdita” fue el cortometraje que ganó el Goya a Mejor Cortometraje de Ficción y en él ya era Laura la que interpretaba el personaje de Sara. Carlota Pereda, la directora, se había puesto en contacto con ella a través de su representante. Carlota había manido a Laura en el teatro, pero no tenía claro si la actriz era demasiado veterano para interpretar a una adolescente. Quedaron a tomar un café y la directora lo vio claro, llamó a Laura pocos días posteriormente y se embarcaron el rodaje del corto. Laura cuenta como, en la última semana de rodaje, Carlota Pereda se preguntaba qué iba a ser de Sara posteriormente, y así comenzó la idea de escribir el largometraje.
Laura Demandante y Carlota Pereda en el rodaje de “Cerdita”
Afortunada en el acto sexual
Laura Demandante se considera muy afortunada por toda la masa que la rodea, la quiere y la sostiene. Y en el acto sexual no se queda a espaldas. Conoció a Patrick, su pareja, rodando su primera película a las órdenes de Terry Gilliam, El hombre que mató a Don Soñador. Patrick era el ayudante de dirección y “en los ensayos no nos hicimos mucho caso, pero al consumir el rodaje empezamos a salir. Me sentía muy afortunada, había hecho mi primera película y tenía novio. De hecho, cuando nació nuestro hijo le mandamos una foto a Terry Gilliam”.
El momento flagrante
Sabemos que Laura Demandante está atinado y celebrando el momento tan importante que está viviendo, pero no pierde la perspectiva y es muy consciente de lo afortunada que es: “Me siento desbordada por todo lo que está pasando, disfrutona, aprendiendo, sé que esto podía no deber pasado y que es posible que no se repita, así que hay que relativizar. Que lo más importante es que hay un nene esperándome en casa para tomar el biberón, así que me siento afortunada y disfrutona”.