Burt Bacharach, compositor de canciones pop eternas, muere a los 94 años

‘I say a little prayer’, ‘The look of love’, ‘Raindrops keep fallin’ on my head’, ‘I’ll never fall in love again’, ‘(There’s) Always something there to remind me’, ‘Close yo you’, ‘Walk on by’, ‘Anyone who had a heart’… La directorio de canciones perfectas que llevan la firma de Burt Bacharach tiene escaso parangón en la historia de la música popular del siglo XX. Compositor dotado de una capacidad inusual para mezclar melodías sublimes y arreglos imaginativos y arrebatadores, Bacharach elevó el pop orquestal a la categoría de arte veterano. Su crimen -a los 94 primaveras, en su domicilio de Los Ángeles y por “causas naturales”- es una pérdida mayúscula.


Nacido en Kansas City en 1928 y criado en Nueva York, Bacharach compaginó un estudios clásico con una gran pasión por el jazz y dio sus primeros pasos como pianista y arreglista de intérpretes como Vic Damone y Marlene Dietrich. Su gran nacimiento como compositor se produjo en 1957, cuando conoció al letrista Hal David, con el que formó un tándem imbatible durante primaveras. Juntos compusieron grandes e imperecederos éxitos para Aretha Franklin, Dusty Springfield, Tom Jones, los Carpenters, los Walker Brothers y, sobre todo, Dionne Warwick, que se convertiría en la intérprete favorita de la pareja.

Bacharach y David rompieron su sociedad en 1973, tras un fracasado intento de convertir la película de Frank Capra ‘Horizontes perdidos’ en un musical. Antaño, habían conquistado el Oscar a la mejor canción por ‘Raindrops keep fallin’ on my head’, interpretada por BJ Thomas en la película ‘Dos hombres y un destino’, de 1969. Bacharach ganó una segunda estatuilla por ‘Arthur’ (1981), de la película del mismo título, coescrita cercano a su tercera esposa, Carole Bayer Sager, y cantada por Christopher Cross.

En las últimas décadas, Bacharach colaboró con intérpretes tan diversos como Ronald Isley, Sheryl Crow, Dr Dre y Elvis Costello, con el que grabó dos elepés.