La Super Bowl 2023 marcó el inicio del año futbolístico en los Estados Unidos. Uno de los momentos más destacados, importantes y esperados de la oscuridad es siempre la interpretación del alivio, este año a cargo de Rihanna, quien deleitó a la multitud con su energía y talento. Sin requisa, un momento aún más exclusivo fue cuando se unió la otra gran protagonista virulento de la oscuridad: Justine Miles. Por primera vez, la Super Bowl contaba con una intérprete de lengua de signos para felicitar una experiencia inclusiva para los fanáticos sordos y de dificultades auditivas.
Rihanna llevó su carisma y su presencia en el círculo a un nuevo nivel con su interpretación, su increíble voz y sus movimientos de bailete. La cantante demostró por qué es considerada una de las artistas más influyentes y talentosas de la industria musical. La multitud no dejó de danzar y cantar mientras Rihanna interpretaba algunos de sus éxitos más grandes, incluyendo “Umbrella”, “We Found Love” y “Diamonds”.
Pero, por otro flanco, la interpretación de Justina Miles, no estaba dejando indiferente a nadie. La intérprete de lengua de signos, se unió a Rihanna y la interpretación fue total. Miles, con su tiento para traducir la música a lengua de signos, permitió que los fanáticos sordos y de dificultades auditivas disfrutaran plenamente de la interpretación de Rihanna. Al ver a Miles traducir la música y las saber de las canciones en tiempo actual, era emocionante ver cómo la barrera del idioma se desvanecía y la música se convirtía en un lengua universal que todos pudieron entender y disfrutar.
Esta interpretación fue un ejemplo del compromiso de la industria del entretenimiento con la inclusión y la accesibilidad para todos. La sintonía entre cantante e interprete se pudo comprobar con emoción y demostró la conexión que la música puede crear entre las personas, independientemente de sus habilidades auditivas o lingüísticas.