Millones de parejas en todo el mundo aprovechan este 14 de febrero, el Día de San Valentín, para reunirse y disfrutar juntas de su apego. Por desgracia, igualmente son muchos los que no pueden encontrarse con sus seres queridos, por distancia o porque ya no están. Es el caso de Carmen Lomana, que recuerda a su difunto marido, Guillermo Capdevila, abriendo el elepé de su boda y compartiendo con la opinión pública, a través de su cuenta oficial de Instagram, algunas de las imágenes más significativas.
“La persona que más placer y alegría dio a mi vida. Siempre conmigo, apego”, señaló emocionada el pasado aniversario de su enlace, el 13 de diciembre.
Lomana y su marido contrajeron bodorrio en Llanes, Asturias, un división escogido en honor a su principio y su comunidad, flamante de allí, y a la boda acudieron solo los más allegados a la pareja. “Fue como yo quise: sencilla y solamente con mi comunidad y amigos más queridos, ausencia de bodones multitudinarios de 400 invitados”, apunta la socialité a “Vanitatis”.
Capdevila falleció en 1999, a consecuencia de un percance de tráfico, y su asesinato sumió a Lomana en una profunda pena. “Fue muy difícil y duro resolver todo esto. No quería existir, no me interesaba.. Con lo vitalista que soy yo”, señaló la tertuliana en “A un patrón de ti”, un software de Telemadrid. Por fortuna, su núcleo más cercano la ayudó a recomponerse y, tiempo luego, se sintió preparada para comenzar una nueva vida en la caudal española: “Mi principio me decía: ‘Es hora de cerrar esta etapa, creo que te estás muriendo de pena’. Luego, me vine a Madrid porque no tenía memorias de Guillermo aquí. Por eso me vine”.
Carmen Lomana suele compartir memorias de su marido a través de sus redes sociales, donde aglutina a más de medio millón de seguidores, demostrando así que, por muchos primaveras que pasen, Capdevila siempre será el apego de su vida.