Marta Ortega siempre había querido estar de forma discreta y alejada del foco mediático, poco que había cumplido con congruo éxito siendo la hija de Amancio Ortega, el gachupin más rico del mundo, de acuerdo a los datos de Forbes, que estiman su fortuna en 60.500 millones de dólares (más de 56.216 millones de euros).
Una privilegiada posición económica que se le debe al buen hacer de su padre con Inditex, multinacional de la que tomaba las riendas en abril del pasado año.
Solo con su venida, la heredera ya marcaba un hito: a sus 38 abriles se convertía en la presidenta más damisela del Ibex 35 y la cuarta directiva en el club de las grandes cotizadas.
Marta Ortega toma el timón de Inditex: la hora de la heredera
Los números que hay detrás de la dueña de Zara, Massimo Dutti o Bershka, entre otras, hacen tambalear a cualquiera.
Se comercio de la primera empresa entre las grandes cotizadas españolas, con más de 87.600 millones de euros de capitalización cotizable, suma más de 6.400 tiendas y su presencia se eleva a 215 mercados. Todo ello la coloca como una de las mayores distribuidoras de moda del mundo.
Ahora, a punto de cumplir 12 meses como presidenta, y con 39 abriles cumplidos el pasado 10 de enero, el papel de Marta Ortega parece mucho más permanente que meses detrás, a pesar de que su inscripción posición empresarial le pone a examen continuamente.
La heredera ha tenido un camino con los mismos éxitos que escollos por sortear. Ha pasado de anotar unos resultados históricos a estar envuelta en un conflicto sindical con su personal de tienda y que derivó en la primera huelga “masiva” de la historia del género textil.
Pero hay mucho más. La pasión de la gallega por inscripción costura con Valentino como inspiración y su amistad con top models como Naomi Campbell o Irina shayk todavía han forjado la nueva era Inditex. Siquiera es pequeño el sentimiento de raigambre que siente con su Galicia originario, donde su firme reto por la civilización le ha llevado a convertirse en una suerte de bienhechor de la fotografía.
Luego, balbucir de Marta Ortega es hacer mucho más que de cuenta de resultados o las juntas de accionistas que preside. Su personalidad, su forma de entender la moda –y por ende, la vida– están siendo y serán trascendentales en el futuro de la multinacional.
Marta Ortega anhelo un millón de euros anuales en Inditex
Marta Ortega Pérez cobra un millón de euros al año en Inditex y lo hace desde su doble puesto de consejera dominical tras la salida millonaria de Pablo Isla y de presidenta del consejo de despacho –no ejecutiva–.
Este sueldo se desglosa en un salario de 900.000 euros abonados en metálico como retribución fija y 100.000 euros más por pertenecer al consejo de despacho. Sin retención, la remuneración de la hija de Amancio Ortega, fundador de Inditex, no contemplará variable ni indemnización.
Su salario queda por debajo de los 5,88 millones que percibió Pablo Isla en 2020 y la retribución total de 12,4 millones del entrenamiento de 2021, pero no cae hasta los 600.000 euros de retribución fija que cobraba Amancio Ortega cuando era presidente del género gachupin.
Óscar García Maceiras, como guía delegado de Inditex y en quien sí recae una posición ejecutiva, cobra una remuneración fija de 2,5 millones de euros, a la que se sumará la variable.
Marta Ortega es una it-girl que no quiere serlo –o sí–
A pesar del perfil bajo que practica Marta Ortega no ha podido evitar que se haya convertido en una verdadera it girl.
Aunque su perfil en Instagram es privado y tiene más de 1.400 seguidores, el seguimiento que hacen los medios de comunicación a sus escasas apariciones, en su mayoría en eventos relacionados con la hípica o la moda, ha provocado que cada prenda que luce se haga vírico.
Encima, es habitual que la gallega combine su predilección por marcas de inscripción costura con prendas, en su mayoría, de su firma suerte, Zara, y que lo haga, encima, en actos de extraordinario importancia.
En la mente de cualquier fiel clienta de Zara aparece el vestido blanco de flecos que Marta lució en junio de 2018 en el desfile de Reincorporación Costura de París de Valentino. Su foto con él dio la reverso al mundo e hizo agotarse al instante –incluso en otro color–.
Con todo, y a pesar de su discreto perfil, es indudable que su táctica ha virado y pasa por suscitar expectativa estrenando prendas antaño de su extensión oficial.
La Reina Letizia es la mejor aliada en sus últimas apuestas empresariales
Es incontestable apoyo de la reina Letizia a la moda española y, en singular, a Massimo Dutti, que se ha convertido en su firma predilecta del catálogo Inditex, pero no en la única.
En el Zara capitaneado por Marta Ortega era más evidente que nunca esa cercanía con el abundancia. Por ello, en la última reto de la firma destacaba la colección en la que unía fuerzas con el diseñador estadounidense de origen cubano Atildado Rodriguez, autor del primer vestido de novia de Marta.
Interiormente de nuevo ataque, compuesto por 25 prendas y complementos de un precio más elevado, destacaba un vestido rojo anaranjado con un pecio de 139 euros.
La prenda, lucida a principios del pasado mes de septiembre por Marta Ortega, fue todavía la elegida por la monarca en un alucinación oficial a Nueva York. La viralidad del vestido estaba escrita.
Paseó por moqueta roja –y sin ser actriz–
Fue en 2018, cuando la damisela heredera dejó estar por la moqueta roja en su protección a la ceremonia de los Oscar de la mano de su pareja, Carlos Torretta, hijo del diseñador Roberto Torretta.
Tras el evento acudió a la fiesta posterior que, desde 1994, organiza el editorial Vanity Fair, y en la que la mayoría de los invitados son celebrities como Emma Stone o Sofía Vergara.
Allí, Marta Ortega coincidió con otra española e igual de exitosa que ella aunque en otro ámbito: la ganadora de Wimbledon, Garbiñe Muguruza.
Para su segunda boda se trajeron hasta 300 árboles desde Bélgica
En febrero de 2012, Marta Ortega contraía casamiento con el jinete Sergio Álvarez Moya. La celebración se llevó a agarradera frente a más de 200 invitados y en el pazo general que los Ortega poseen en el municipio coruñés de Cambre.
La sobria celebración no estuvo exenta de pequeñas píldoras de abundancia. El altar de la ceremonia fue obra del influyente cincelador Anish Kapoor. Sus creaciones pueden conseguir a costar 23 millones de euros.
Pero si este evento gozaba de un discreto abundancia, su segundo enlace, esta vez contiguo con Carlos Torretta, tuvo directamente la categoría de evento internacional. Tal es así que las estimaciones apuntan a que la boda superó los 20 millones de euros.
Durante el lucha, que duró 2 días y al que acudieron 400 invitados, actuaron artistas internacionales de la talla de Chris Martin y la novia lució hasta 4 vestidos de Valentino de su colección de inscripción costura –cada uno de ellos puede pasar los 100.000 euros–.
No fue pequeño su ramo y toda la embellecimiento floral, que fue obra del belga Thierry Boutemy, considerado uno de los mejores floristas del mundo. Hasta el club de hípica de Casas Novas, donde se celebró el convite, se trajeron 300 árboles desde Bélgica.
Su cuaderno de boda fue el grano para convertirse en bienhechor
Las fotos de boda de Marta Ortega, capturadas en la casa general, fueron obra del aclamado fotógrafo teutón Peter Lindbergh, íntimo amigo de la heredera. El cómico había retratado a Julianne Moore o Nicole Kidman, entre otras celebridades.
Su crimen, no mucho tiempo a posteriori, fue el impulsó para que Marta Ortega promoviera la inauguración en La Coruña de una exposición, única en España, que recorría la trayectoria del célebre fotógrafo a través de más de 150 retratos.
La buena acogida de la exposición empujó la creación de MOP, una fundación, que bajo sus siglas –Marta Ortega Pérez–, se proclamó como una ordenamiento sin talante de rendimiento basada en 3 pilares: La Coruña, fotografía y moda.
Sus dependientas en pleno conflicto sindical emularon su exposición fotográfica
Ya bajo el amparo de MOP, Marta Ortega lanzaba su segunda exposición el pasado mes de diciembre. Esta vez el protagonismo recaía en el fotógrafo norteamericano Steven Meisel, otro alegórico del mundo de la moda.
Para su inauguración, la heredera reunió en La Coruña a la élite de la moda: desde Naomi Campbell, John Galliano a Irina Shayk o Karlie Kloss.
Sin retención, días a posteriori y a escasos metros de la exposición, sus dependientas de tienda sumidas en un conflicto sindical con Inditex, se daban cita en una de las tienda Zara más céntricas para protagonizar su particular exposición. En ella, reflejaban su día a día sindical a modo de denuncia.
Pero ahí no acababa todo. Al queja de “Naomi Campbell, ¿dónde está?” —en remisión a esta fresco fiesta organizada— arrancaba en noviembre la huelga de dependientas de Inditex en La Coruña, la “más másiva” de la historia del género.
Tras tenderse el conflicto por todo el distrito franquista y diversos encuentros entre sindicatos y la multinacional textil, la paz llegó la pasada semana, tras de 10 horas de negociación, en lo que supuso el salida de un salario imperceptible Inditex y el primer choque sindical que encaraba la Zarina.