Nacido el 5 de abril de 1973 en la ciudad costera de Virginia Beach, en el este de Estados Unidos, Williams saltó a la auge en la decenio de 1990 cuando creó unido a su amigo de la infancia Chad Hugo el dúo de productores The Neptunes.
No tardó en descubrirlos el arquitecto del New Jack Swing, Teddy Riley, y rápidamente colaboraron con destacados artistas de hip-hop y R&B, como la cantante Kelis.
Músicos consumados, los dos jóvenes productores mezclan influencias sin ideas preconcebidas. “Es R&B cruzado con techno, new wave y hip-hop”, dijo Teddy Riley al diario The New York Times.
Los primaveras 2000 marcaron su puesta en campo entre los productores más demandados de la industria.
Están detrás de “Hot in Here” de la rapera Nelly, número uno en ventas en Estados Unidos, pero asimismo escriben “I’m a Slave 4 U”, de Britney Spears. Su directorio de colaboraciones incluye a Gwen Stefani, Kelis, Jay-Z, Justin Timberlake, Madonna y Snoop Dogg.
En 2001, Williams pasó al otro costado de la consola de vídeo al editar su primer disco, bajo el nombre N.E.R.D., un reunión de identidad inclasificable formado con Chad Hugo.
Dos primaveras más tarde, el bisoño de 30 primaveras y rostro jovial se convirtió en una superestrella por derecho propio con el sencillo “Frontin'”, que interpretó con el asimismo rapero estadounidense Jay-Z.
En los primaveras siguientes multiplicó los proyectos: trabajó con Shakira y Maroon 5, entre otros. Y en 2013, colaboró con el reunión francés Daft Punk y cantó el éxito planetario “Get Lucky”, ayer de editar, unos meses a posteriori, el tema “Happy”, una bala pop convertida en un clásico.
Una colección para Chanel
En su carrera musical, Pharrell, a quien el gran manifiesto ya candela por su nombre de pila, ganó 13 Grammy, los grandes premios de la industria musical estadounidense.
Aficionado del arte, coleccionista, Pharrell Williams asimismo se ha destacado en la esterilla roja por su agudo sentido de la moda.
Así, fue uno de los primeros en romper los códigos de vestimenta de las noches de traje. Sus bermudas combinadas con chaqueta y zapatos de vestir causaron sensación, al igual que su sombrero de copa, creado por la diseñadora Vivienne Westwood.
En 2003, Pharrell lanzó su propia marca de prêt-à-porter, Billionaire Boys Club, muy inspirada en el auge del streetwear.
“Tengo la misma filosofía para vestir que cuando hago música”, es sostener, un espíritu “universalista”, amplio a todas las corrientes, sin prejuicios, dijo en una entrevista con la radiodifusión pública estadounidense NPR.
El productor y patrón asimismo destacó por sus colaboraciones con Adidas, Louis Vuitton, Colette e incluso Chanel, para la que produjo una colección en 2019.
Este padre de cuatro hijos, casado en 2013 y cerca de cumplir 50 primaveras, sabe como pocos capturar el espíritu de los tiempos y beneficiarse las tendencias, tanto musicales como de moda.
Su fuerza creativa seguramente será una consagración para Louis Vuitton: la primera colección de Pharrell llegará a las pasarelas el próximo junio durante la Semana de la Moda Masculina, dijo la marca.