Desde que se hizo pública la ruptura entre Mario Vargas Llosa e Isabel Preysler, el escritor está copando numerosos titulares por su vida personal. Pero igualmente se encuentra en uno de los momentos cumbres de su carrera como ensayista. Este jueves 9 de febrero el premio Nobel de Humanidades entra en la Corporación Francesa y formará desde entonces parte de los conocidos como “inmortales” en una ceremonia donde igualmente estarán invitados el rey Juan Carlos y la infanta Elena.
Ni allí se han calmado las especulaciones sobre su vida ya que a la haber francesa ha acudido con su exmujer, Patricia Llosa, y sus hijos Álvaro, Gonzalo y Morgana. Esto ha hecho que se aviven los rumores de reconciliación entre los dos.
Hace unos meses, a final de 2022, todo el clan Llosa se reunió en la casa común en Listón (Perú) en un clima cordial y cálido que compartieron sus propios hijos en redes sociales. “Postales de 2022. Hace 3 meses. Alucinación de investigación al boreal del Perú y revisión con mis padres de lo que queda de la biblioteca en Listón (el resto está en Arequipa)”, escribió el 8 de enero Álvaro Vargas Llosa en su perfil de Twitter.
Este fue el primer aproximación de la temporada ya que este mes de febrero, Patricia, Mario, su hijo Gonzalo, su pareja y sus hijas se reunieron en Madrid, donde fueron a yantar a varios restaurantes de los barrios de Chamberí y Imparcialidad, tal y como informaron medios como Vanitatis o Lecturas.
Su última reunión ha sido en su recepción a París, donde según informó El País, fue el propio Vargas Llosa quien animó a que Patricia acudiera al acto. “Le pareció deductivo y calibrado que la persona que ha estado a su flanco prácticamente durante toda su carrera literaria estuviera allí presente”, señalan fuentes cercanas al escritor de La ciudad y los perros.
En el mismo medio apuntaron a que “el refriega se ha legado de forma natural y espontánea”, legado que los dos continúan “compartiendo intereses e inquietudes culturales e intelectuales”. Llosa acompañó este miércoles a su exmarido al cóctel previo a la ceremonia de este jueves, sin ningún tipo de reparo en mostrarse juntos. Adicionalmente, su hijo Álvaro es el que se está encargando de compartir en redes sociales el refriega común.
Este posterior refriega tiene superficie tan pronto como unos días a posteriori de que Isabel Preysler filtrara a ABC el 4 de febrero una supuesta carta que le envió Patricia Llosa cuando la socialité inició su relación con el escritor en 2015. En ella, avisaba a Preysler del trato que le iba a dar su exmarido. “Lo ha hecho vigésimo o treinta veces a lo espléndido del casamiento”, señaló. Adicionalmente, le pidió supuestamente perseverar la discreción y poder reunirse con él y el resto de su comunidad con motivo de su 50º aniversario.
Posteriormente de que Preysler y Vargas Llosa hicieran pública su relación el 24 de junio de 2015, Llosa lanzó un comunicado que rezaba así: “Mis hijos y yo estamos sorprendidos y muy apenados por las fotos que han aparecido en una revista del corazón. Hace tan pronto como una semana estuvimos con toda la comunidad en Nueva York celebrando nuestros 50 abriles de casados y la entrega del doctorado de la Universidad de Princeton. Les rogamos respeten nuestra privacidad”.
Hace unos días, Patricia Llosa respondió visiblemente enfadada cuando fue preguntada por esa supuesta carta, llegando incluso a amenazar a los periodistas con golpearles con el bolsa.
Un casamiento de 50 abriles a raíz de una infidelidad
La relación entre Mario Vargas Llosa y Patricia Llosa nació a raíz del casamiento del escritor con Julia Urquidi, con quien estuvo casado nueve abriles. Aunque en ingenuidad, existe un vínculo común con los dos: es prima hermana de Vargas Llosa y sobrina de Urquidi. Patricia se fue a existir con la pareja a París para terminar sus estudios de Humanidades en la Sorbona y allí fue donde, supuestamente, el ensayista empezó a fijarse en ella.
La infidelidad y su parentesco generó una enorme polémica que se fue suavizando con los abriles. La pareja tiene tres hijos: Álvaro (56 abriles), Gonzalo (55 abriles) y Morgana (48 abriles).
Toda la comunidad se mostró unida durante los abriles que duró su casamiento y Patricia acompañó al escritor por todo el mundo en sus momentos más importantes. Es especialmente reseñable el discurso que le dedicó en 2010 al aceptar el premio Nobel de Humanidades.
“Ella lo hace todo y todo lo hace acertadamente. Resuelve los problemas, administra la finanzas, pone orden en el caos, mantiene a guión a los periodistas y a los intrusos, defiende mi tiempo, decide las citas y los viajes, hace y deshace las maletas, y es tan generosa quehasta cuando cree que me riñe me hace el mejor de los elogios: ‘Mario, para lo único que sirves es para escribir”, dijo en su mensaje de agradecimiento en la Corporación Sueca.
Tras oficializar su relación con Isabel Preysler en 2015, Patricia Llosa y Mario Vargas Llosa se divorciaron en 2016, aunque en Perú no fue efectivo hasta dos abriles a posteriori. La exmujer del escritor se apartó entonces del foco mediático entonces, aunque sus hijos han tratado de calmar las aguas.
“Posteriormente de la separación corrimos el aventura de que la ‘tribu’, como llamamos nosotros a la comunidad, se destruyera. Por eso en estos últimos abriles [Patricia] ha dedicado mucho tiempo a sus tres hijos y a sus nietos, organizando viajes familiares y manteniéndose en constante comunicación con todos. Si una de mis hijas, que viven a miles de kilómetros de mi mamá, amanece un día enferma, ella lo sabe antaño que yo. Es la mamá y la abuela perfecta”, dijo su hijo Álvaro en declaraciones a Telecinco en 2017.