The Last of Us: Gustavo Santaolalla nos cuenta sobre su increíble música

La música de The Last of Us es una de las razones por las que la serie tiene un tono tan dramático, devastador y profundo, y fue creada para ganar eso por el gran Gustavo Santaolalla, campeón del Oscar por la música de Mare magnum y Brokeback Mountain. 

Santaolalla, originario de Argentina, fue el encargado de componer la música para el videojuego, así que, cuando llegó el momento de transigir la historia a una serie con Pedro Pascal y Bella RamseyNeil Druckmann y Craig Mazin, los creadores, decidieron atraer al mismo carácter para obtener esa misma profundidad y carga emocional que hizo a los gamers lagrimear en distintas partes del ocio. 

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Ahora, The Last of Us es el nuevo gran éxito de HBO Max y esto es gracias a que tiene todo aceptablemente, desde los personajes, la intrepidez de mostrar más de los secundarios, el diseño de los zombies y asimismo la música. 

Luego del cuarto capítulo, quedó claro que Gustavo Santaolalla quería conseguir el mayor intención dramático y producir una conexión más humana con el manifiesto, y él mismo nos cuenta sobre su trabajo en la serie y lo que hizo para crear la música. 

Sobre hacer música tan profunda para el videojuego 

“Está relacionado con el por qué me involucré con la serie. Siempre me interesaron todos los medios en donde pueda yo expresarme como actor. No siento ni un compositor de películas, ni un productor, ni un cantantautor, me siento un poco de todo, pero me veo más como una actor que elige distintos forums para expresar su creatividad de acuerdo a lo que se necesita. Yo no soy un gamer, soy malísimo, pero tengo un hijo que cuando comencé a trabajar en The Last of Us tenía unos 15 primaveras y era un ávido componente, a mí me gustaba mucho verlo corretear y siempre pensaba que, si algún día alguno conseguía conectarse emocionalmente con el componente, más allá del combate y la supervivencia, las peleas y la matanza, si se conecta con poco profundo emotivo va a cambiar todo y va a hacer historia”. 

“Luego de los Oscars me ofrecieron distintas oportunidades de juegos, porque era poco que me interesaba, pero yo era muy selectivo con lo que elegía, hasta que conocí a Neil (Druckmann). Cuando Neil me contó la historia me fascinó y dije sí, esto es. La historia tenía este concepto de lo emotivo y me enteré de que la clan lloraba jugando, así que fue una reafirmación”. 

Sobre lo que hace específico a la The Last of Us y su música 

“La música alega a esa profundidad y anímico que vienen a partir de estar confrontados con la asesinato o con un evento apocalíptico, como puede ser una infección en masa. Tuvimos un pequeño ensayito con lo que pasó en la pandemia y creo que asimismo es una guisa de que la clan se conecte de guisa específico con la serie. El ocio tiene lo de matar y eso, pero tiene asimismo la profundidad de confrontar la asesinato como parte de la vida, y de ver el menoscabo de la sociedad y lo que puede producir una enfermedad masiva, que asimismo es metafórico, no solo se traduce al Cordyceps, hay otras maneras de infectar a la sociedad”.

Sobre la inspiración para crear la música de The Last of Us 

“Hay una cosa muy epígrafe que dice Neil y Craig Mazin, que es el otro creador de la serie y creador de Chernobyl. Ellos dicen que la música es parte del ADN de The Last of Us, que es un personaje más como Joel o como Ellie, no podía existir la serie y siquiera sin esta música que está intrínsecamente ligada a la historia. Lo que me inspiró y siempre me inspira es la vida con todos sus misterios, el ser humano puesto en el contexto de este ocio y por supuesto el tema de la vida anejo a la asesinato, que es la única certeza que tenemos todos”. 

“Es una historia donde eso está tan presente, la fragilidad del ser humano frente a alimentos externos que te pueden atacar y cómo eso te confronta con tu asesinato y con la asesinato de una sociedad como la conocemos, esas son inspiraciones muy fuertes”. 

Santaolalla encima cuenta que el punto del silencio es parte de su estilo, que vienen desde su trabajo en Secreto en la Montaña, donde tanto Ang Lee como el productor de la película le hablaron sobre la importancia y potencia de ese espacio pesimista. “Cuando hay un silencio que te deja esperando a ver que sigue, eso como que te chupa a la pantalla, te hace irte para delante en el asiento. Hay poco en ese silencio que produce anhelo de cómo sigue, tiene esa propensión cuando lo usas aceptablemente, así que para mí es un punto importantísimo”, dice.