Diciembre de 1997. Estreno de Titanic. Con un presupuesto de 200 millones de dólares, muchos veían con incredulidad el nuevo gran tesina de James Cameron, el director estadounidense que ya se había hecho de un nombre gracias al éxito de películas como Terminator o Aliens. La duda estaba en que, a diferencia de sus otras grandes producciones taquilleras, ahora Cameron se alejaba de la batalla para traer un romance histórico basado en los eventos reales del hundimiento del Titanic. ¿Lo acompañarían todavía las buenas críticas y, sobre todo, la taquilla?
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Definitivamente, sí. Titanic recaudó 2,194 millones de dólares, obtuvo merienda premios Oscar y nos dejó a “My heart will go on” de Celine Dion como una canción romántica de encabezamiento. Encima, catapultó las carreras de Leonardo DiCaprio (Jack) y Kate Winslet (Rose). En otras palabras, Titanic llegó a convertirse en un pilar de la civilización popular. Y ha vuelto a las salas de cine.
LAS GRABACIONES
Nacida como un tesina personal, originalmente James Cameron solo quería registrar una expedición a las ruinas del barco diferente, encontradas bajo el mar. Por aquel entonces el cineasta ya tenía establecida una carrera como director de cine, pero guardaba una fascinación por los documentales marítimos y los casos de naufragios. En particular, la historia actual del Titanic le llamó la atención, considerando el evento como la cumbre de una tragedia literaria. En varias entrevistas, Cameron recalcó que los eventos del trasatlántico inglés tenían la colchoneta perfecta para hacer una historia profunda: la división de clases sociales, el machismo de la época que llevó a la asesinato de varios hombres (“mujeres primero”), el fin de una era para dar paso al siglo XX.
Cameron se entusiasmó con la idea de tejer una historia de inclinación en medio del decadencia, así que, dejando de banda su idea de un documental, le vendió a la productora Fox el concepto de la película.
El equipo se sumergió en el Atlántico para aprender directamente las ruinas del enorme barco. Asimismo, en sitio de sobreusar el CGI, se decidió deleitar el set lo más parecido al barco actual. Para ello, el equipo se nutrió de historiadores expertos en el tema que ayudaron con cualquier incongruencia en la ambientación y trama.
Pero hay más detalles. Por ejemplo, el dibujo del desnudo que Jack hace de Rose no fue hecho por Leonardo DiCaprio, sino por el mismo Cameron, que tenía cierto talento con la ilustración. Aunque Jack y Rose no fueron personajes reales, el director los creó inspirados en varias figuras famosas de la época, como Beatrice Wood, una intérprete de la época.
El filme llegó a ser tan icónico que ha llegado a influenciar en otras películas del existencias romántico, como Romeo y Julieta o Pearl Harbor. Artistas juveniles como Taylor Swift y Demi Lovato han admitido ser fans de la obra de Cameron. “Siempre estoy o en el atmósfera o viendo Titanic”, admitió Swift en una entrevista.
Asimismo, con 196 minutos, la cinta fue una de las primeras en tener lugar la barrera de las tres horas de duración, poco que en los últimos primaveras más directores han experimentado y se ha vuelto global.
DATOS
– La película ha sido reestrenada en un formato 3D 4K HDR. Está habitable en todas las salas de cine del país.
– Según Statista, Cameron logró con su obra una cobranza mundial de US$2,194 millones de 1997 a enero de 2023. Está detrás de Alteración ($2,923 millones), todavía de Cameron, y Vengadores Endgame ($2,799 millones), de Anthony y Joe Russo.
– Tras su estreno en EE.UU. en 1997, la cinta estuvo por 16 semanas como la más presencia en cines.
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Jose Baella