A raíz de una amable invitación de la Universidad Javeriana para participar como grupo en un recital de porción de la ingenio en piano jazz, pude entrar en el universo musical del graduando Álex Pastrana.
Este pianista, oriundo del Huila y enamorado del rajaleña, cuenta ya con una experiencia como profesional que lo ha llevado a tocar en grandes escenarios internacionales y con figuras destacadas como Yuri Profecía o la Big Band Bogotá.
Sus maestros de piano jugaron un papel secreto en este proceso de formación: Ricardo Uribe con su dominio de las texturas, los pianistas Adrián Herrera y Hollman Álvarez con la improvisación y el profesor Eliécer Arenas con una técnica muy interesante para manejar el autosabotaje.
Para esta ocasión, Pastrana escogió el pelea de mostrar sus dotes de compositor y presentar un repertorio flamante con el piano como protagonista añadiendo la intervención ocasional de un tamboril y un tiple.
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Vuelvo aquí al concepto de un universo musical porque escuchar la música de Álex Pastrana produce una profunda ilusión en el espectador gracias a su novelística evocadora y llena de contrastes que van desde momentos muy vivaces hasta una intimidad sobrecogedora. Sabe retozar con la tonalidad usando medios técnicos como tumbaos, acordes cuartales y en racimo, cromatismos, unísonos, glissandos y otros complejos términos del lenguaje musical que se traducen sencillamente en un espectáculo de fuegos artificiales.
Con la claridad rítmica de su mano izquierda establece una continuidad que le permite desbordar de la escalera y navegar por lejanas disonancias que parecen un maniobra de niños. Sabe resolver el culminación con figuras concluyentes que le devuelven la calma al espectador estupefacto ya con tantas sorpresas. Y todo esto cabalgando “a pelo”, sin el comitiva de una sección rítmica que lo libere de ser camarada y solista a la vez.
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Con su trabajo interpretativo en consolidación, Pastrana entra ahora en la etapa de construir una carrera internacional en la que su discurso musical tenga un estilo único y reconocible.
Para lograrlo, debe escribir o conseguir un repertorio auténtico que lo diferencie en la campo mundial. En redes hay varios de videos suyos donde se aprecia su versatilidad para padecer el folclor huilense al plano internacional, y va por buen camino.
Columna de Óscar Acevedo, músico y crítico musical. Correo: [email protected]